El mundo es un pañuelo. Surrealismo mágico ilustrado en un lienzo de seda.
Nater no es poesía, son olores, sabores, son palabras que salen de un estómago que somatiza recuerdos agridulces.
Ref-lejos viene de lejos para estar bien cerca. Está cargado de elementos cotidianos, aparentemente simples pero cargados de significado.
La guanábana. Fruta agridulce de color verde intenso y formas puntiagudas. En esta historia representa la paciencia; nombre inspirado en aquella escena cotidiana donde la madre, la hija y la abuela desgranan pacientemente la fruta durante horas, para poder hacer un jugo de guanábana. Es el premio.
La papaya. Es la fruta traicionera, de sabor dulce pero intenciones dudosas. Es la filosofía que te enseñan de pequeña: “No dar papaya”... para protegerte de las burlas, de la traición.
El huevo. O la gallina. Hervir, freír, cocinar y salir volando...
Desayuno trancao. Es una escena cotidiana de familia. En Colombia el amor se mide con comida, no importa la hora, la edad o el estómago...
Un trozo de pizza. Un pedazo de Italia venido a menos, una pizca de romanticismo rancio, el del día después. En “El guayabo” representa el ansia viva, el querer comerse el mundo mientras éste te devora. La incongruencia. Las sobras.
El leopardo tigre. El símbolo de la marca, es un gato originario de América Central y América del Sur, en diferentes hábitats, es un imparable, avanza, no se detiene.
Todos estos elementos marcan el carácter de la colección Ref-lejos. Inspirada en los recuerdos de infancia, y la transición de una inmigrante colombiana.
Por:
Por Miriam Gómez / @miriamgf_79
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